sábado, 24 de marzo de 2018

¿Aversión a la Iglesia?


En pocos días comenzará la semana Santa y justo ahora se ha destapado un escándalo sobre ocultamientos y sacerdotes pedófilos en la Iglesia Católica. Inmediatamente recordé a un famoso predicador de la cadena de televisión católica internacional EWTN llamado Frank Morera que hace varios años decía que no es coincidencia que siempre antes de semana Santa sale a relucir algún tipo de escándalo, que lamentablemente, termina por afectar la fe de muchas personas y ahuyentarlos de la Iglesia o de la religión en general.

Será un tema de nunca acabar, porque el mal está inoculado en el mundo y afecta de igual forma todas las esferas de nuestra sociedad, incluida la Iglesia. Lo que llama la atención es justamente la sevicia con la que se maneja la información para dar a entender que la Iglesia (o la religión) es lo peor que le ha podido pasar al hombre y que debemos buscar por todos los medios la manera de eliminar ese "virus" de la mente de las personas.

Solo el hecho de empeñar tanto esfuerzo por ridiculizar a una institución hace sospechosa la intención de quienes toman partido en esta lucha. Y hago la aclaración de que no estoy a favor de ocultar las cosas malas que pasan, por el contrario, es necesario que se denuncie cualquier tipo de abuso para ayudar a que la Iglesia sea cada vez más Santa. En el tema de pederastia que mencioné anteriormente, un periodista destapó el penoso caso de varios sacerdotes que habían cometido diferentes tipos de abusos, y entre ellos, fue involucrado un sacerdote muy reconocido en los medios de comunicación católicos. Lo indignante del asunto, es que el periodista en cuestión centró su acusación en el testimonio de una sola persona y nunca contrastó la versión del acusador con el acusado. El sacerdote fue quien tuvo que llamar al periodista y aclarar todo el asunto. Pero el daño ya estaba hecho. Este sacerdote es muy cercano a personas y grupos que conozco y dan fe de su irreprochable ministerio.

Es triste ver como la palabra sacerdote la han hecho sinónimo de pedófilo, y el de religión con ignorancia. Yo me pregunto: ¿será que si acabamos con la religión se acabará el mal en el mundo? ¿Entraremos en un nuevo estado de consciencia que nos hará seres superiores? 

Los hombres tenemos alma y espíritu y es por ello que debemos procurar perfeccionar nuestra espiritualidad, hacerlo, a mi modo de ver, solo es posible cuando se practica una sana religión. Defectos y virtudes hay dentro y fuera de la Iglesia, pero la verdad es que me he encontrado con más cosas buenas dentro de ella que afuera. 

Es cierto que la Iglesia Católica ha cometido muchos errores a lo largo de la historia, pero nadie podrá desconocer lo que ha hecho por nuestra sociedad. Es como una vieja y gran catedral, visible y majestuosa desde la distancia, pero cuando te acercas y te detienes a reparar en los detalles de su construcción, está llena de imperfecciones, de ladrillos roídos, de grietas y humedades, pero nada de ello, le resta majestuosidad a lo construido.

Mucha gente lo desconoce, pero la Iglesia suscitó muchos de nuestros avances como sociedad.  Las primeras universidades surgieron en el seno de la Iglesia Católica, de allí las cátedras académicas, el surgimiento del método científico y la consolidación de la ciencia. De igual forma se puede hablar de la creación de los hospitales, de las escuelas y hasta de nuestra forma de gobierno. La influencia cristiana es innegable, incluso, hasta en aquellos que no se consideran como tal. 

Para resaltar el sesgo que hay sobre la Iglesia y el por qué del título de esta entrada; traigo la historia del sacerdote católico George Lemaître, de cuya biografía extraigo:


"Fue el primer académico conocido en proponer la teoría de la expansión del universo, ampliamente atribuida de forma incorrecta a Edwin Hubble.También fue el primero en derivar lo que se conoce como la ley de Hubble e hizo la primera estimación de lo que ahora se llama la constante de Hubble, que publicó en 1927, dos años antes del artículo de Hubble. Lemaître también propuso lo que se conocería como la teoría del Big Bang del origen del universo, a la que llamó «hipótesis del átomo primigenio» o el «huevo cósmico»." 



Cuando Einstein propuso su teoría de la relatividad, descubrió que la misma solo era viable en un universo en expansión o contracción, por lo que agregó a su teoría la llamada "constante cosmológica" para poder justificar la existencia de un universo estacionario.


Para los científicos de aquella época no era concebible un universo "creado", que surgiera de la nada, sino que pensaban que siempre había estado allí, estático. Fue precisamente la idea de que somos creados por Dios lo que motivó a Lemaître a proponer que el universo surgió de un punto de infinita energía que estalló y comenzó a expandirse. Al pobre sacerdote lo ridiculizaron la mayoría de sus contemporáneos, incluyendo Einstein, muy a pesar de que sus cálculos eran correctos y que lo podía demostrar. No habían razones sólidas para rechazar su argumentación, más allá de que no se concebía la idea creacionista de un religioso.

Pues la idea creacionista terminó siendo cierta y solo fue hasta cuando Hubble (sí, el del telescopio) evidenció el desplazamiento de las galaxias, que Einstein, a regañadientes, aceptó la idea de un universo en expansión. Como anécdota también queda que el término "Big Bang" fue acuñado por un científico defensor de la teoría estacionaria cuando se refería en son de burla a la teoría del sacerdote.

Toda esta historia se parece bastante a la del monje católico Nicolás Copérnico que propuso el modelo heliocéntrico que revolucionó la astronomía.

No son tan malos los religiosos después de todo, ojalá las noticias no solo se centraran en lo malo que sale de la iglesia sino también en la inmensidad de cosas buenas. Y finalizo citando a Lemaitre:


"Yo me interesaba por la verdad desde el punto de vista de la salvación y desde el punto de vista de la certeza científica. Me parecía que los dos caminos conducen a la verdad, y decidí seguir ambos. Nada en mi vida profesional, ni en lo que he encontrado en la ciencia y en la religión, me ha inducido jamás a cambiar de opinión".


¡Que la verdad nos acompañe siempre!

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Fuentes:

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